Entrevistas de trabajo en procesos de recolocación
- Guilliana Tapia
- 30 sept 2024
- 2 Min. de lectura

La emocionalidad de los candidatos en proceso de recolocación suele ser una variable clave en la búsqueda de empleo. Por lo general, se percibe temor, desconfianza e incluso desesperanza aprendida*.
Comparto aquí lo que destaco de candidatos que lograron formar parte de una terna, o mejor aún, ser contratados cuando no tenían trabajo.
Resumieron sus logros con orgullo: fueron capaces de identificar las principales contribuciones en roles anteriores mediante KPIs, proyectos e innovaciones. Con entusiasmo y orgullo contaban cómo lo lograron, el contexto adverso y anécdotas, sin sobredimensionar. Reconocer errores y oportunidades de mejora como un aprendizaje y no como fracaso, es un elemento diferencial.
Apreciaron su trayectoria: identificaron sus principales fortalezas, aquello en lo que destacan de manera natural en el trabajo, incluso dones que se manifestaron desde su niñez. Recoger feedback de anteriores jefes y compañeros de trabajo/estudios es una acción poderosa, porque la percepción de autoeficacia se puede perder por la presión de recolocarse.
Diferenciaron el hacer del ser: tenían claro su objetivo laboral, miraban hacia adelante con expectativa y estaban dispuestos a aceptar un no como posibilidad, entendiendo que los roles laborales son solo una parte de su identidad. Profundizar en los componentes de la autoestima personal desde el autoconocimiento ayuda a descifrar este enigma y mantenerlo estable en el tiempo.
Gestionaron el lenguaje no verbal: el lenguaje y el cuerpo transmiten emoción. Había contacto visual, entonación, pausa al hablar para pensar antes de responder. También se daban el espacio para hacer preguntas sobre la vacante. Hacer role playing de entrevistas proporcina en un mejor manejo de lenguaje, cuerpo y emoción.
Los candidatos manejaron satisfactoriamente una entrevista frente a lo que parece ser percibido como una situación de desventaja, valorando su potencial frente al rechazo.
A veces el orden de las cosas es distinto a lo planeado, con pausas, cambios y revoluciones que no siempre ocurren de manera voluntaria y ese tiempo de búsqueda termina siendo un gran maestro para lo que viene.
La gestión de emociones sigue siendo pieza clave en el logro de objetivos.
Guilliana Tapia
*desesperanza aprendida: pérdida de motivación y esperanza para alcanzar metas.
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